Anualidades: ¿son una buena opción para tu plan de jubilación?

¿Planeando tu jubilación en EE.UU.? Descubre si las anualidades son la inversión que necesitas para asegurar tu futuro financiero. ¡Te lo explicamos!

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Planificar tu jubilación en Estados Unidos puede parecer un laberinto, especialmente cuando estás construyendo una vida lejos de casa. Trabajas duro cada día con la meta de asegurar un futuro tranquilo y estable para ti y tu familia. En medio de tantas opciones de inversión, es probable que hayas escuchado sobre las anualidades.

Pero, ¿qué son exactamente? En pocas palabras, una anualidad es un contrato con una compañía de seguros diseñado para ofrecerte un ingreso garantizado de por vida a cambio de una inversión inicial.

Suena increíble, ¿verdad? Sin embargo, como toda herramienta financiera, tienen sus ventajas y desventajas que debes conocer. Este vehículo de inversión puede ser una pieza clave en tu estrategia, pero es fundamental entender cómo funciona antes de tomar una decisión.

A lo largo de esta guía, desglosaremos de forma sencilla y clara qué son las anualidades, los tipos que existen y si realmente son la opción correcta para complementar tu plan de jubilación.

Pareja de jubilados sonriendo felices en un parque, disfrutando de la tranquilidad financiera que puede ofrecer una buena planificación con anualidades.

¿Qué son las anualidades? Una explicación sencilla

Imagina que pudieras crear tu propia pensión personal. En lugar de depender únicamente del Seguro Social o de los ahorros que fluctúan con el mercado, tienes una fuente de ingresos que sabes que llegará mes a mes, pase lo que pase. Esa es la promesa fundamental de las anualidades.

En esencia, una anualidad es un contrato a largo plazo que firmas con una compañía de seguros. El trato es simple: tú le das a la compañía una suma de dinero, ya sea de una sola vez (lo que se conoce como prima única) o a través de pagos a lo largo del tiempo. A cambio, la aseguradora se compromete a pagarte un ingreso regular en el futuro.

Estos pagos pueden durar un período de tiempo específico, como 20 años, o, lo que es más atractivo para muchos, por el resto de tu vida.

Este proceso se divide en dos fases clave. La primera, la fase de acumulación, es el período de crecimiento. Durante este tiempo, el dinero que invertiste en la anualidad genera intereses y crece con impuestos diferidos.

Esto significa que no pagas impuestos sobre las ganancias hasta que comienzas a retirarlas. Esta fase puede durar muchos años, permitiendo que tu inversión inicial se multiplique significativamente.

En segundo lugar, tenemos la fase de distribución (o anualización), que es la fase de pago. Una vez que decides «activar» la anualidad, comienzas a recibir tus pagos regulares. En este punto, conviertes el valor acumulado de tu contrato en un flujo de ingresos constante.

Entender estas dos fases es crucial, ya que la mayoría de las personas que planifican su jubilación con anticipación pasarán muchos años en la fase de acumulación antes de necesitar el ingreso.

Los protagonistas del contrato: ¿Quién es quién?

Para que no te pierdas en la terminología, es útil conocer a las partes involucradas en un contrato de anualidad. Generalmente son cuatro:

  • La aseguradora (Insurance Company): Es la compañía de seguros que emite el contrato, recibe tu dinero y garantiza los pagos futuros. Es fundamental elegir una empresa con una sólida salud financiera.
  • El propietario (Owner): Eres tú. La persona que compra la anualidad, paga las primas y tiene el control total sobre el contrato. Puedes decidir cuándo empezar a recibir los pagos o a quién nombrar como beneficiario.
  • El anualista (Annuitant): Es la persona cuya esperanza de vida se utiliza para calcular los pagos. En la mayoría de los casos, el propietario y el anualista son la misma persona. Los pagos de la anualidad están garantizados para durar al menos mientras viva el anualista.
  • El beneficiario (Beneficiary): Es la persona (o personas) que tú designas para recibir el dinero restante de la anualidad en caso de que fallezcas antes de que se hayan pagado todos los fondos.

Tipos de anualidades: Encontrando la que se adapta a ti

Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. No todas las anualidades son iguales. Se pueden clasificar de diferentes maneras, principalmente según cuándo comienzan los pagos y cómo crece tu dinero. Conocer estas diferencias te ayudará a identificar cuál podría ser la mejor para tus metas de jubilación.

Según el momento del pago: Inmediatas vs. Diferidas

Primero, las anualidades se dividen en dos grandes grupos según el momento en que empiezas a recibir el dinero.

El primer tipo son las anualidades inmediatas. Como su nombre indica, los pagos comienzan casi de inmediato, generalmente dentro del primer año después de hacer tu inversión. Este tipo es ideal para personas que ya están jubiladas o a punto de hacerlo y necesitan convertir una suma de dinero (como los ahorros de un 401(k) o una herencia) en un ingreso mensual estable de inmediato.

Por otro lado, tenemos las anualidades diferidas, que son mucho más comunes para quienes, como tú, están planeando el futuro. Con una anualidad diferida, haces tu inversión hoy, pero los pagos no comienzan hasta una fecha futura que tú elijas, a menudo muchos años o incluso décadas después. El gran beneficio aquí es que tu dinero tiene un largo período para crecer en la fase de acumulación.

Según el crecimiento de la inversión: Fijas, variables e indexadas

La segunda forma de clasificar las anualidades, y quizás la más importante, es por cómo generan rendimientos. Esta elección define el nivel de riesgo y el potencial de crecimiento de tu inversión.

Anualidades fijas (Fixed Annuities)

Son la opción más sencilla y segura. Funcionan de manera muy similar a un Certificado de Depósito (CD) de un banco, ya que la compañía de seguros te garantiza una tasa de interés fija. Su principal atractivo es la seguridad, pues tu capital está protegido y el rendimiento garantizado, eliminando el riesgo de mercado.

Además, esta previsibilidad simplifica enormemente la planificación de tu jubilación. Sin embargo, esta tranquilidad tiene un costo: su bajo rendimiento. Los intereses suelen ser modestos, lo que puede llevar a un riesgo de inflación, donde el poder adquisitivo de tus ahorros disminuye con el tiempo.

Anualidades variables (Variable Annuities)

Si te sientes más cómodo con el riesgo a cambio de un mayor potencial de crecimiento, esta podría ser tu alternativa. Aquí, tu dinero se invierte en «subcuentas» similares a fondos de inversión. Su gran ventaja es el potencial de crecimiento, ya que al estar expuesto al mercado, los rendimientos pueden ser significativamente mayores, ayudando a proteger tu dinero contra la inflación.

No obstante, este potencial viene acompañado de un riesgo de mercado considerable; así como puedes ganar, también puedes perder parte de tu capital inicial. Es crucial también considerar sus comisiones altas y su complejidad, ya que requieren un mayor entendimiento financiero.

Anualidades indexadas (Indexed Annuities)

Estas buscan ofrecer un híbrido entre los dos mundos anteriores. Su rendimiento está vinculado al desempeño de un índice bursátil, como el S&P 500. Ofrecen un atractivo balance entre riesgo y recompensa, ya que te beneficias de un potencial de crecimiento con protección, pues un «piso» protege tu capital de las caídas del mercado.

La contrapartida es que el crecimiento es limitado. No recibirás el 100% de las ganancias del mercado debido a los «caps» o límites. Asimismo, sus fórmulas de cálculo pueden ser complejas y difíciles de entender a primera vista.

Ventajas clave de las anualidades para tu jubilación

Ahora que conoces los tipos, resumamos por qué las anualidades atraen a tantos planificadores de la jubilación.

  • Ingreso garantizado de por vida: Esta es la razón principal. El miedo a quedarse sin dinero en la vejez es real. Una anualidad puede eliminar esa preocupación al proporcionar un cheque de pago constante, sin importar cuánto tiempo vivas.
  • Crecimiento con impuestos diferidos: A diferencia de una cuenta de ahorros o de corretaje normal, no pagas impuestos sobre las ganancias de tu anualidad cada año. Esto permite que tu dinero crezca más rápido gracias al poder del interés compuesto. Solo pagas impuestos cuando retiras el dinero.
  • Protección del capital: Las anualidades fijas e indexadas ofrecen una protección invaluable contra la volatilidad del mercado. Saber que tu inversión principal no desaparecerá en una crisis bursátil proporciona una gran tranquilidad.
  • Beneficio por fallecimiento: La mayoría de las anualidades incluyen una cláusula que garantiza que, si falleces durante la fase de acumulación, tus beneficiarios recibirán al menos la cantidad que invertiste.
  • Sin límites de contribución: A diferencia de las cuentas 401(k) e IRA, que tienen límites anuales sobre cuánto puedes aportar, generalmente no hay límites para cuánto puedes invertir en una anualidad. Esto las hace útiles para quienes desean ahorrar de manera agresiva para la jubilación.

Las desventajas y «letras pequeñas» que debes conocer

Por supuesto, es fundamental tener una visión equilibrada. Las anualidades no son perfectas y tienen aspectos que debes considerar cuidadosamente.

  • Complejidad: Especialmente las anualidades variables e indexadas pueden ser productos financieros muy complejos. Es vital que entiendas completamente cómo funcionan antes de firmar un contrato.
  • Comisiones y cargos: Este es uno de los puntos más criticados. Las anualidades pueden tener varias capas de comisiones: cargos administrativos, cargos de mortalidad y riesgo, comisiones de gestión para las subcuentas y costos adicionales por beneficios opcionales («riders»).
  • Falta de liquidez: Las anualidades son inversiones a largo plazo. Si necesitas retirar tu dinero antes de tiempo, probablemente enfrentarás «cargos de rescate» (surrender charges), que son penalizaciones que pueden ser bastante altas en los primeros años del contrato (a menudo de 7 a 10 años).
  • Tratamiento fiscal de los retiros: Si bien el crecimiento es con impuestos diferidos, las ganancias se gravan como ingreso ordinario cuando las retiras, cuya tasa suele ser más alta que la tasa de ganancias de capital a largo plazo que se aplica a otras inversiones.
  • Riesgo de inflación: Con una anualidad fija, el ingreso que parece suficiente hoy podría no serlo en 20 años debido al aumento del costo de vida. Algunas anualidades ofrecen ajustes por inflación, pero esto generalmente reduce el monto del pago inicial.

¿Son las anualidades una buena inversión para ti?

No hay una respuesta única para todos. La decisión depende enteramente de tu situación financiera personal, tus metas y tu tolerancia al riesgo. Para ayudarte a decidir, te invitamos a reflexionar sobre los siguientes puntos clave.

Primero, maximiza tus otras cuentas de jubilación

Antes de considerar una anualidad, es crucial que ya estés aprovechando al máximo otras cuentas de jubilación. La mayoría de los expertos financieros recomiendan contribuir primero a un 401(k), especialmente si tu empleador ofrece una contrapartida, y a una IRA.

Estas cuentas suelen tener mejores ventajas fiscales y comisiones más bajas. Piensa en las anualidades como un complemento poderoso una vez que estas opciones ya están cubiertas.

Luego, evalúa tu tolerancia al riesgo

Tu comodidad con el riesgo es un factor decisivo. Si la idea de perder dinero en el mercado de valores te quita el sueño, la seguridad de una anualidad fija o indexada podría ser muy atractiva para ti. En cambio, si buscas un mayor crecimiento y puedes tolerar las caídas del mercado, una anualidad variable o incluso invertir directamente en acciones podría tener más sentido.

Considera tu horizonte de tiempo

Piensa en cuándo necesitarás acceder a este dinero. Si planeas jubilarte en 20 o 30 años, una anualidad diferida te da un amplio margen para que tu riqueza se acumule. Sin embargo, si crees que necesitarás el dinero pronto, este producto probablemente no sea el adecuado debido a su falta de liquidez y posibles penalizaciones por retiro anticipado.

Finalmente, define tu prioridad: ¿seguridad o crecimiento?

En última instancia, todo se reduce a lo que más valoras. ¿Prefieres la tranquilidad de un ingreso predecible y la protección de tu capital? ¿O estás dispuesto a aceptar más riesgo a cambio de la posibilidad de obtener mayores rendimientos? Tu respuesta a esta pregunta te guiará directamente hacia el tipo de anualidad que mejor se alinea con tu filosofía de inversión.

Manos sosteniendo monedas que representan el ahorro y el crecimiento de las inversiones a lo largo del tiempo, un principio clave de las anualidades.

Conclusión: Tomando una decisión informada sobre las anualidades

Las anualidades pueden ser una herramienta increíblemente poderosa en un plan de jubilación bien estructurado. Su capacidad única para generar un ingreso garantizado de por vida aborda una de las mayores ansiedades financieras de la vejez. Sin embargo, no son una solución mágica.

La clave es la educación. Ahora que comprendes qué son, los diferentes tipos que existen, y sus pros y contras, estás en una mejor posición para evaluar si encajan en tu rompecabezas financiero. No son para todos, pero para aquellos que buscan seguridad, previsibilidad y una red de seguridad de ingresos en sus años dorados, pueden ser una excelente opción.

Tómate tu tiempo, analiza tus necesidades y construye el futuro financiero que te mereces.

Preguntas frecuentes (FAQ)

¿Qué pasa con mi anualidad si la compañía de seguros quiebra?

Afortunadamente, existen protecciones. Cada estado tiene una «asociación de garantía estatal» (state guaranty association) que protege a los titulares de pólizas hasta ciertos límites en caso de que una aseguradora falle. Estos límites varían según el estado, por lo que es una buena idea verificar la cobertura en el lugar donde vives.

¿Puedo tener una anualidad dentro de mi cuenta IRA?

Sí, es posible comprar una anualidad dentro de una IRA. Sin embargo, algunos expertos lo consideran redundante. Una de las principales ventajas de una anualidad es el crecimiento con impuestos diferidos, un beneficio que la IRA ya ofrece. La razón principal para hacerlo sería para asegurar las garantías de ingresos de por vida que ofrece la anualidad.

¿Qué es un «rider» en una anualidad?

Un «rider» es una característica o beneficio opcional que puedes agregar a tu contrato de anualidad por un costo adicional. Son como los «extras» que puedes añadir al comprar un coche. Algunos riders populares incluyen ajustes por inflación para tus pagos, un beneficio por fallecimiento mejorado o fondos para cuidados a largo plazo si los necesitas.

¿Cuál es la diferencia entre el período de acumulación y el de distribución?

En resumen, el período de acumulación es la fase de ahorro y crecimiento, donde tu dinero está invertido y generando rendimientos con impuestos diferidos. El período de distribución (o anualización) es cuando «enciendes el interruptor» y comienzas a recibir pagos regulares de la compañía de seguros, convirtiendo tus ahorros en un flujo de ingresos.

Maria Eduarda


Lingüista con posgrado en UX Writing y actualmente cursando maestría en Traducción y Adaptación de Textos en la Universidad de São Paulo (USP).

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